Entrevista

LA DESHUMANIZACIÓN CONTEMPLADA DESDE “UNA POÉTICA DEL DOLOR”

Estas preguntas a Humberto Canessa, director al frente del espectáculo La isla de los hombres solos, de Teatro Espressivo, desata un diálogo privilegiado poco antes de las funciones en el actual Festival de Teatro Hispano.
 
FOTO: Tomada del sitio Instituto Distrital de las Artes.

MAX BARBOSA.

MIAMI. El estreno en Miami de la puesta en escena La isla de los hombres solos será también la función inaugural del 37mo Festival Internacional de Teatro Hispano el próximo viernes 7 de julio a las 8:30 PM en el Miami-Dade County Auditorium. La propuesta teatral se basa en una novela sobre el mundo carcelario, adaptada al teatro por Caridad Svich, y que bien pudiéramos considerarla autobiográfica. Su autor, José León Sánchez (Río Cuarto, 1929-Heredia, 2022), fue condenado a cadena perpetua en la cárcel de la isla San Lucas en 1950 por un robo sin comprobar hasta que la Corte Suprema de Costa Rica lo absuelve por dudas al respecto. León Sánchez devino, cual Ave Fénix, en uno de los escritores más leídos en su país. De ahí la versión teatral de la compañía Teatro Espressivo, dirigida por José Zayas, que pronto llegará al sur de Florida, y que fue descrita así en el programa de mano cuando se estrenó en 2016:

Por medio de la poesía visual y sensorial, esta obra busca entre la esencia del arte, las metáforas más sensibles para revivir uno de los episodios más estremecedores de la historia costarricense.”

El siguiente cuestionario desató un diálogo con el director y coreógrafo Humberto Canessa, del Proyecto Laboratorio Interdisciplinario del Cuerpo y la Escena de Costa Rica, quien realizó el remontaje del espectáculo para esta ocasión. Agradecemos la lucidez y buena disposición de sus respuestas. Seguramente la conversación que provocará esta entrevista continuará mucho más allá de las 3 funciones del Festival.

Rene Cardona lleva al cine mexicano La isla de los hombres solos en el año 1974. El neorrealismo italiano es influencia evidente. ¿Conserva algunas reminiscencias de esta estética en su puesta?

En Latinoamérica la película de Cardona es uno de los pocos, o el único referente, que tienen muchos de esta historia carcelaria escrita por José León Sánchez, a pesar de ser una de las obras más exitosas de la literatura costarricense. Como bien dice, es evidente en la película la influencia del neorrealismo italiano: está basada en una obra histórica, el uso de un narrador que le da estilo documental, filmar en espacios naturales, privilegiando la crudeza del ambiente, sin decorados, ni artificios, la mezcla de actores profesionales con naturales, entre otras características.

La puesta en escena conserva ideas estéticas que podrían recordar este estilo, pero más bien basada en la descripción hecha en la novela de la condición inhumana y deplorable en la que vivían los reos e incluso los guardias. Esto se ve en el vestuario, el maquillaje y aunque los personajes no están encadenados por razones técnicas, se trabajó desde lo corporal el peso escénico y la limitación. El uso de video mapping con imágenes fotográficas de la isla y la cárcel de San Lucas colaboran en ubicarnos en el ambiente agreste. La puesta en escena tiene algo de teatro griego. La acción se sitúa en un círculo-altar en el centro del escenario, rodeado de columnas. El personaje principal (Jacinto o prisionero 1713) es el héroe trágico que narra su historia a través de monólogos e interactuando con otros presos, guardias, turistas o personajes del gobierno que de alguna manera tienen aquí la función del coro.

El director neoyorquino José Zayas dirige y estrena la versión dramatúrgica de Caridad Svich en el 2016; posteriormente, dos años después, Cristina Bruno, actriz, directora y productora, retoma el proyecto “puliendo detalles artísticos y consolidando un elenco con el fin de girar por el país” afirmó Natalia Rodríguez, Gerente General de Espressivo, en la entrevista concedida a la periodista Natalia Villalobos del periódico El País el 18 de octubre del 2018. Y ahora usted asume la dirección. ¿Cuáles son las diferencias entre aquellas y esta presentación?

En primera instancia me parece importante poner en claro que ambos remontajes mantuvieron, básicamente, la misma estructura dramática, estética, poética y línea conceptual que planteó el director original José Zayas a partir de la adaptación dramatúrgica de Caridad Svich de la novela y documentos históricos. Para el remontaje dirigido por la directora Cristina Bruno en 2018, se hizo una adaptación del texto dramático pasando de tener doce actores a sólo ocho. Se trabajó mucho la ejecución escénica y se adaptó a este número toda la propuesta de acción física y coreográfica, con la finalidad de llevar la pieza a comunidades fuera de San José.

Al asumir este año el remontaje, me centré en afinar, desde lo corporal, los estados emocionales de los personajes, la manera en que se relacionan unos con otros; se refinó el lenguaje corporal y se pulieron las planimetrías espaciales y coreografías. Esta manera de procesar lo actoral desde lo psicofísico hizo que cambiara el ritmo de los diálogos, que hubiera nuevos matices, los textos adquirieron un nuevo aire y dejaron de ser recitativos. Se profundizó en la interpretación y en el lenguaje no verbal. Simultáneamente se trabajó en la parte musical-coral que cumple una función poética y se le dio una especial atención al ritmo de cada una de las escenas y de la pieza en general.

FOTO: Cortesía del FITH.

Los personajes padecen la misma tragedia: deshumanización del existir. Ante este sufrir colectivo. ¿Cómo logran los actores caracterizarse, definirse individualmente?

Como todos sabemos, Costa Rica es una de las pocas democracias sólidas de Latinoamérica, (la Suiza de Centroamérica) donde se abolió el Ejército Nacional en el año 1948 y quedó constitucionalmente establecido en el 49. Ante este panorama histórico para nadie es un secreto que los acontecimientos contados en La isla de los hombres solos resultarán uno de los capítulos más vergonzantes y oscuros de la historia de nuestro país.

El Teatro Espressivo, desde sus inicios, ha sido un abanderado de los derechos humanos; no solo ha dedicado grandes esfuerzos para producir obras con un contenido profundo y serio, sino que además con esta puesta en escena inicia una serie de adaptaciones de obras literarias costarricenses. Casualmente para este remontaje, nos centramos mucho en este principio y objetivo de creación. Concentramos nuestra atención en el peso corporal escénico que significa cargar con ese estado deshumanizante: los reos con sus propias historias personales, los guardias-bestias igualmente sometidos a las condiciones de la isla, los turistas bufones, los políticos oportunistas. Cada uno cuenta desde su corporalidad un estado emocional de manera individual y de forma coral como colectivo, otorgándole al resultado final una poética del dolor, de ese sufrir de manera existencial que ya no es un tema sólo para Costa Rica, sino que tiene resonancias universales: la familia, la religión, la amistad, el erotismo, el poder y la libertad.

 Usted es coreógrafo. ¿De qué manera se refleja esta categoría en el montaje?

Durante el primer montaje tuve la oportunidad de asistir al director José Zayas en la puesta en escena desde el área de entrenamiento físico, investigación de lenguaje corporal, acciones físicas y composición coreográfica. Desde el planteamiento original la pieza debía darle un peso enorme, por obvias razones, al trabajo físico de los actores e incluso algunas escenas fueron, desde la dramaturgia de Caridad Svich, diseñadas para ser coreográficas. Es por esta razón que Zayas me propone una “carta blanca” que me permitió diseñar y conceptualizar, bajo sus ideas, algunas de las escenas principales de la obra sin texto alguno, únicamente apoyados en la danza y lo coreográfico.

El lenguaje en el que más me he desarrollado a lo largo de mi carrera es la Danza Contemporánea que yo defino como poesía corporal escénica, así que el lenguaje se adecuó muy bien a las propuestas del director y a los actores, que debieron recibir un entrenamiento supremamente fuerte para que pudieran consolidar una puesta rica y dinámica, en donde hacen gala de sus habilidades escénicas con el texto, con las acciones físicas y el movimiento danzado.

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La isla de los hombres solos. Viernes 7 y sábado 8, 8:30 p.m. Domingo 9, 5:00 p.m. Miami-Dade County Auditorium. On Stage Black Box Theatre. 2901 W. Flager St. Miami.

Más información en Miami Dade County Auditorium y en Teatro Espressivo.

Recomendamos visitar Enciclopedia de la literatura en México para tener una semblanza sobre las fascinantes y atribuladas vida y obra de José León Sánchez.

 

 

 

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